Las exposiciones temporales que comúnmente podríamos llamar o considerar de “arte” se incriben en los procesos de investigación del hecho creativo no tanto por su interés museológico o museográfico, sino porque son instrumentos dificilmente sustituibles en el desarrollo que alcanza desde las hipótesis y los correspondientes objetivos de la investigación hasta las conclusiones de esta o, en definitiva, la tesis. La puesta en papel de una investigación histórica o en cualquier medio digital es sin duda el medio más factible y en buena medida exible. Por otra parte es habitual que las exposiciones de arte se conviertan en simples “muestras” de arte es decir en la presentación pública de obras que tienden a plantearse exclusivamente, o casi exclusivamente, cxon objetivos meramente informativos, estéticos o conmemorativos. El interés del medio expositivo reside cuando su objetivo parte de protocolos de investigación que desembocam, como hemos apuntado, en tesis. Tesis que en todas sus coclusiones no pueden constatarse sino es a través de la presencia pública, con todo lo ue ello implica, de las obras o de los objetos de arte.