De la création à la restauration. Travaux d’histoire de l’art offerts à Marcel Durliat pour son 75e anniversaire. Toulouse: Atelier d’histoire de l’art meridional-Institut d’études méridionales, 1992, págs. 351-363.
La recuperación y publicación, en las últimas décadas, de singulares conjuntos murales protogóticos en el ámbito de Catalunya y en el midi francés, conjuntos que denotan evidentes paralelismos tanto en lo iconográfico como en lo formal, obliga a replantear la pintura gótica presienesa en estas zonas, las cuales se van configurando como focos artísticos de notable vitalidad a finales del siglo XIV. A este respecto, la recuperación de las pinturas murales de la iglesia parroquial de l'Arboç (Tarragona) cabe considerarse como hecho de especial importancia, ya que las mismas constituyen uno de los hitos de la expansión meridional protogótica, al tiempo que subrayan la presencia de uno de los temas iconográficos más representativos de la época: el Lignum Vitae. En la comarca tarraconense del Baix Penedes, orillando en una serratilla la carretera que une Barcelona y Tarragona, se asienta la pequeña villa de l'Arboç. Su actual fisionomía urbana hace pensaren una villa de historia reciente, lo cual, sin embargo, no es más que fruto de las obligadas reconstrucciones que ha sufrido la población a lo largo de los siglos. Pocos son los vestigios que han perdurado de l'Arboc medieval, si bien por las fuentes documentales que poseemos se puede afirmar que el esplendor de la villa, que llegó a adquirir el privilegio de Villa Real, debe situarse en el transcurso de los siglos XIII y XIV […].(Joan Sureda, de