Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, VIII, 1982, págs. 5-41.
Con respecto a estos conjuntos, los episodios de Concilio denotan cierta originalidad, si exceptuamos aquellos que, evidentemente, son imprescindibles para el desarrollo del ciclo. Dos son los episodios a destacar: la presencia de Adán y Eva ante Dios vestidos con la túnica de pieles de animales y la de Eva triunfante amamantando a Caín y mostrando el huso de hilar al mismo tiempo. La primera de las escenas no es en absoluto frecuente en el románico español, ni tan siquiera lo es en el campo de la pintura románica 68. A pesar de ello hallamos a Adán y Eva ataviados con túnicas de piel en la decoración de la sala capitular de Sigena, y a Caín en la Biblia de Pamplona, lo cual puede denotar una cierta relación entre las tres obras dignas de destacar en cuanto pueda cooperar a la filiación de los murales de Concilio. La segunda de las escenas, la de Eva con el huso y amamantando a Caín, es aún menos habitual que la anterior y parece que tiene sus primeras referencias iconográficas en las Biblias carolingias 69. Es más frecuente en el campo escultórico que no en el pictórico, si bien también en Sigena podemos hallar cierta semejanza, aunque lejana, en el episodio en el que, junto a la figura de Eva hilando aparecen sus dos hijos y, ante el grupo, la figura de Adán trabajando la tierra, al igual que acontece en Concilio. La manifiesta originalidad de Concilio no sólo se advierte en la configuración individual de los episodios sino en .el propio planteamiento del ciclo de la Creación. En ninguno de los cuatro conjuntos inicialmente citados, Bagüés, Sigena, Urriés y Barluenga, el ciclo de Adán y Eva adquiere relevancia especial y, excepto en Urriés, no se dispone en el ábside, es decir, en un lugar preferente. Debemos entonces de acudir a los conjuntos catalanes para hallar una similitud de . programa iconográfico y, en especial, a las decoraciones de Sant Sadurní d'Osortmort 70, Sant Martí de Bru1l 71 y Sant Martí Sescort 72, si bien es cierto que en ninguno de los casos citados este ciclo de la Creación se completa con el de la .historia de Caín y Abel. Al igual que el ciclo de la Creación, el de Caín y Abel se halla únicamente desarrollado en dos conjuntos murales: Bagüés y Sigena, con las dos mismas escenas: la ofrenda de Caín y Abel y la muerte de Abel en manos de Caín. Sólo en Bagüés aparece explícitamente la maldición de Caín[…]. ( Joan Sureda, «La decoración mural de la iglesia parroquial de Concilio (Huesca).Episodios del Génesis»).