Catalunya genio a genio. Del siglo XI al siglo XXI. Barcelona: El Mundo de Catalunya-Lunwerg, 1995, págs. 6-8.
Lo esencial es lo que nos queda cuando en nuestro recuerdo se ha desvanecido lo casual, lo contingente, lo anecdótico. Presentar lo esencial de la pintura catalana a lo largo de diez siglos ha guiado nuestra voluntad, pero no ha sido nuestra meta. Perrnítasenos afirmar, aun a riesgo de pecar de pretenciosos, que con Catalunya, genio a genio, hemos querido adentrarnos en el espíritu de un pueblo y en la manera de vivir y de concebir la vida de sus gentes. A principios de siglo, Enric Prat de la Riba escribió: "El poble que no ha sabut construir una llengua propia és un poble esguerrat", para a continuación afirmar: "La nacionalitat que ha sabut produir un art original ha donat una de les més belles fes de vida que pot donar un poble". Catalunya; genio a genio, persigue mostrar esa fe de vida, el legado artístico de un pueblo que a lo largo de los siglos ha ido forjando un modo de ser propio y diferencial pero a la vez imbricado en el de las culturas ribereñas del Mediterráneo y en el de todas aquellas que configuran nuestra civilización occidental. Para hacerlo hemos elegido el género biográfico que Giorgio Vasari fijó en el siglo XVI para ensalzar los genios del arte italiano. Sin embargo, nuestro concepto de genio es muy distinto al suyo. Para Vasari genio era el artista dotado de un altísimo poder de creación y de invención. No vamos a negar que nuestros artistas hayan tenido y tengan ese altísimo poder de creación y de invención, pero sus obras, como todas las artísticas, deben entenderse como uno más de los frutos de los seres humanos que viven en un tiempo y en un lugar determinados […]. (Joan Sureda, de «La pintura, una de las más bellas fes de vida del pueblo catalán»).