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«Prólogo»

FOCILLON, H., La escultura románica. Investigaciones sobre la historia de las formas. Madrid: Akal/Arte y Estética, 1987, págs. 7-11.

La historia del arte de nuestro siglo, que es casi decir la historia del arte, se asienta en las aportaciones de unos pocos hombres que nacieron a lo largo del último tercio del siglo pasado: H.Wölfflin (1864-1945), A. Warburg (1866-1929), M. Dvorák (1875-1923), R. Longhi (1890-1970), E. Panofsky (1892-1968) y H. Hauser (1892-1978), etc. Sus teorías, su concepción del arte y de la historia, su pensamiento filosófico y político han creado legiones de discípulos y seguidores. Estos han considerado la historia del arte como si fuera un latifundio que hubiese inevitablemente que parcelar y una vez hecha la división se han confundido las partes con el todo. Los historiadores citados, los tres últimos nacidos con uno o dos años de diferencia, han dejado profunda huella en su campo de estudio abriendo o continuando con ímpetu el surco del análisis formal, el del análisis tecnológico y el del análisis sociológico del arte. Alguna de estas tendencias, al menos en el ámbito hispánico que apenas ha sido sombra en los surcos abiertos, parece que antes incluso de salir a la luz ha perdido modernidad o significado; la iconología y sus sucedáneos han destronado tarde, pero al parecer definitivamente a la sociología y al formalismo y, ya no digamos, a las ramas o variaciones de los mismos, como han sido en un instante dado el análisis estructural y el semiótico. Del positivismo ochocentista se ha saltado a la iconología, pasando, entre otros, por encima del cadáver del formalismo. Creemos que se ha cometido, en este tránsito un claro error y una injusticia histórica, justificados quizá, al asociar el formalismo a una vaga literatura artística en excesivo retórica e insustancial que nada tenía que ver con el verdadero estudio y profundización de las formas artísticas. Uno de los signos externos de este abandono ha sido el escaso eco que ha tenido en nuestra cultura uno de los máximos, sino el máximo representante del formalismo: Henri Focillon (1881-1943). La generación de Focillon es la misma que la de Hauser, Longhi o Panofsky; su nacimiento, apenas lo aleja diez años del de los mencionados; su concepto y método de la historia del arte en modo alguno ha sido superado e invalidado por los[…]. (Joan Sureda de «Prólogo» ).

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